Hoy quiero escribiros sobre mi nuevo descubrimiento para limpiar la vitrocerámica: CIF.
En realidad es un producto que llevo usando mucho tiempo, pero siempre lo he empleado para limpiar el baño (con buenos resultados). Sin embargo, lo tenía relegado al fondo de un armario ya que aunque CIF es ideal para el baño, ahora estoy usando otro producto que también va muy bien y tiene un olor muy agradable. Y ahí estaba el pobre CIF “abandonado”, cuando me dio por probarlo con la Vitrocerámica.
He de decir que la vitro hasta ahora siempre la había limpiado con VitroClen y otros productos similares, pero nunca obteniendo un resultado óptimo ya que siempre me quedaba como un reborde de grasa y por mucho que frotase o le diera con la cuchilla no acababa de salir. Después pasé a combinar VitroClen con KH7 para ver si así conseguía mejores resultados, pero nada…era un derroche de dinero en productos caros y no conseguía el resultado deseado.
Así que desde ese momento he sustituido los productos destinados especialmente a la limpieza de la vitrocerámica (productos nada baratos, todo sea dicho de paso) por mi CIF de toda la vida.